Ya pasó todo, a lo que sigue. Dale a las tragedias y al amor el tiempo suficiente para morir y fortalecerse. En ese orden.
Todavía tienes dedos y fuerza y letras e ideas e imaginación y actitud y una hoja blanca y poesía de esa tuya tan mal escrita y tienes cielo y ojos y camino y un alto y un siga y tienes demasiado y nunca poco.
Tienes un siempre y un antes. Tienes un mar de olas sin bautizar y un poeta disidente y un amigo a la espera por ti y un jamelgo de patas chuecas y mucho por leer y un retorno ineludible y un te amo aplastante y diatribas inteligibles y palabras por rescatar, desayunos que compartir. Volcanes para escalar y una mentira qué explicar.
Tienes celos.
Y un para siempre sin comillas y sin caducidad y un y interminable. Y unas pastillas no inventadas y una bicicleta sin recursos y un libro no escrito y me tienes a mi que no es mucho pero es todo lo que tengo.
Tienes dudas agónicas y tres dedos de frente.
Tienes dudas agónicas y tres dedos de frente.
Tienes huellas que seguir y un pantalón por estrenar y unas horas flojas y manecillas sin rumbo, semáforos sin alto y ¨que le den por culo¨ para entender y un cielo por rescatar y un infierno que compartir. Tienes dos mejillas rotas y un miedo recién adquirido. Un saco de deseos y tres clavos que quitar. Tienes una deuda permanente y los bolsillos vacíos. Mil textos para editar y todos para borrar. Un ¨dónde estabas¨ mudo y un ¨aquí para siempre¨.
Tienes un nuevo brillo en los ojos.
Tienes un Tú y Yo por existir y tres poetas desmemoriados y ropa para planchar y besos por redactar y revivir líneas muertas y un dios para que te explique y unas luces que apagar y otras que prender. Y una luna para asombrar y un sol que no calienta. Amigos que se van y muchos que se quedan. Gestos por descubrir, orgasmos sin construir. Vorágines para detener y piedras para tropezar. Tienes una orden y tres para obedecer.
Tienes todo y tienes nada.
Mira tus manos escribiendo. Una cabeza pensante, un estómago pidiendo desayuno. Tienes un ¨maratón¨ por delante. Y una nieta como ejemplo. Una medalla para ganar y un no sé para pensar.
Tienes y eso lo dice todo.
A lo que sigue, los lunes no desmenuzas reflexiones.
A lo que sigue, los lunes no desmenuzas reflexiones.