Las niñas de mis ojos suelen llorar sin motivo. Voy por la vida libre y de pronto ¡zaz! las lágrimas fluyen como si se escapasen de un verdugo cruel.
Me da pena -todo me da pena- ir por la calle con las lágrimas corriendo a refugiarse en mis labios.. La gente que se topa con mi vista esconde su desconcierto en un mirar de soslayo.
Hace algún tiempo me dio por buscar fantasmas en la casa paterna -otrora cuna de Los Apellidos Ilustres- no tuve éxito. Los habitantes invisibles no tenían interés alguno en comunicarse conmigo. Son fantasmas buenos, a nadie dañan. Están y ya. Como quién pasa de quedito por la vida. Sacudes la cabeza y se van sin siquiera enmarañar tu pelo.
En ese tiempo aproveché para decir adiós a los muertos dueños de mi memoria. Me despedí de los restos de mi madre -lo que en la tumba había no eran más que huesos que no me dijeron nada pero me provocaron una profunda tristeza-. No había flores en su tumba. Adelante de su cruz otras cruces.
Mi madre ataviada con el vestido azul con el que viene a mi mente siempre que la recuerdo decía adiós a una Flor de María lejana, confundida, paralizada por tener que dejarla ahí.. La melancolía de sus ojos se despidió para siempre de una hija que a pesar de lo que todos digan, nunca se sintió querida.
Una cosa es mi sentir y otra es la realidad. Mi familia me quiso, me quiere. Debo ser yo y mi manía de creer lo contrario. Ah funesta realidad que ante mi te aclaras. Déjame ser yo el motivo de tus sonrisas matutinas. Déjame quererte como nunca nadie te quiso.
Es hora de marcharse.
Es hora de marcharse.
Visité la tumba de los abuelos -¿existieron?- albergando ahora nuevos muertos desconocidos para mi. Las tumbas también se heredan. Les cedo mi parte, gracias. Quiero y pido como última voluntad ser viento libre. Viajera del mundo convertida en minúsculas partículas traspasando fronteras. Tal vez tenga suerte y llegue a tu paraíso. Tal vez no y al final sea sacudida con un manojo de plumas de pájaros que corrieron la misma suerte que yo. Ser arrancados de su cuerpo. Mi alma persiste en la búsqueda. Algún día sabré la verdad.
Dije adiós al pilar de la familia. Le di las gracias y me fui. Suelo hablar pococasinada con él. Lo poco que nos une no es para vanaglorias. Los apellidos pesan.
Lo que más me dolió de esas despedidas de ausencias fue el no poder sonreír a mi madre.
Dentro de unos días se cumplirá un año más en que se fue. No lamento no haberla hecho feliz porque nada puedo hacer ya. No reclamo ese destierro al que fui sometida a pocos años de tener verdadera conciencia de mi existir. ¿Quién soy yo para hacerlo? Me duele es obvio no soy de palo, claro que me duele pero intento dejarlo atrás. Pasa que cuando uno se va haciendo viejo las preguntas se suceden con más frecuencia.
Quizá busco otra respuesta porque la que conozco me produce horror. Quiero que alguien me diga una mentira. Quiero... yo siempre quiero lo que de mi no logran. Sensatez amigos, sensatez en los momentos bajos.
Cuéntenme un cuento compañeros, háganme olvidar mi dolor por un instante. Díganme que la vida no es fea.
Hoy desde El diván de la marmota espero que los pájaros comiencen a cantar. Es domingo. Los domingos por el hecho de serlo deben ser felices.
Mi madre señores, está muerta. La sigo extrañando. Mi madre fue todo para mi.
Costó
trabajo
aprender
a
vivir
sin
ella.
Ser fría ayuda, duelen menos las ausencias.
Desnuda estoy.
Busco la pureza de mi alma.dejando al descubierto un espíritu insensiblemnte sensible. Quizá por eso las niñas de mis ojos lloran inexplicablemente cuando llega noviembre.
¿Sabes? Yo no solía llorar por la calle, sin embargo, hace años que me pasa y cuando viene, no puedo evitarlo por mucho que respire. ¿Será que con los años quedamos más expuestos si cabe? ¿O que ya hemos soportado tanto que estamos resquebrajados?
ResponderEliminarLas madres, tiene que doler un mundo perderlas. Yo aún la tengo no sé por cuánto tiempo y cuando lo pienso me muero de miedo.
Me gusta la gente desnuda de espíritu, como tú. Duele , y hay que ser muy valiente para serlo. Mis respetos y admiración, querida Bienquerida, valga la redundancia.
Besos
Yo perdí hace mucho a la mía.
ResponderEliminarY morí con ella.
Desde entonces alguien se quedó en mi cuerpo y lo arrastra por la vida.
Besos.
La vida no es fea, Malque. Es sólo que hay veces que la vemos recién levantada, con legañas y sin peinar pero, en cuanto se arregla un poquito, ahí la vemos en todo su esplendor.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Eso de llorar, debe ser cosa de la edad, yo no solía llorar y ahora hasta por lo más mínimo se me salen las lágrimas, aunque ponga mi carita de =)))
ResponderEliminarBecho y abacho
Luego volveré Malque,he leído a Toro y me quedé sin palabras...
ResponderEliminarUn beso
Detesto a la puta muerte y todo lo inherente a ella... :(
ResponderEliminarBesos y salud
Para mí la vida no es fea, pero no me considero tan inteligente como para intentar convencer de eso a una chamaca mucho más lista que yo y que lleva tanto tiempo pensando lo contrario.
ResponderEliminarBesos.
Lo de llorar también me pega cada vez más,por lo demás un abrazo.
ResponderEliminarA veces no se puede evitar el llorar, por que el alma esta llena de sentimientos que se han guardado y no han salido totalmente a la luz, pero cada vez que se derraman lagrimas un poco de ese sentimiento es derramado y entregado .
ResponderEliminarBesos
Qué pena no poder decirte algo bonito. Lo que pasa es que siento igual que tú, salvo por no llorar, mis niñas están secas. Pero al menos te puedo decir que mal de muchos es consuelo de tontos. Seamos tontas aunque sólo sea por hoy.
ResponderEliminarUn beso
Un abrazo grande para que pases este Noviembre.
ResponderEliminarbesos
La vida es bella y hay que vivir cada instante como si fuera el ultimo, en ese intento no miro atras, lo pasado, pisado y olvidado.
ResponderEliminarBesos
Malaque, si te entiendo y mucho....... la vida continúa......... besote enorme
ResponderEliminarLa vida no es fea, es bella, y me encanta encontrar a Malque. Me ha gustado mucho lo que dices y lo de "las niñas de tus ojos", muchísimo. A mí también me pasa. Con lágrimas y con risas, de todo.
ResponderEliminarGracias.
Un beso grande, Malque.
*esas. Esas. Las que saben mirar y no son vistas
ResponderEliminarpues por niñas bien se tienen!!*
Las guardianas fieles de la eterna, por entera, vitalidad!!!
Que la vida va trayendo y quitando, a merced de lo que quiera...
Besos
*esas. Esas. Las que saben mirar y no son vistas
ResponderEliminarpues por niñas bien se tienen!!*
Las guardianas fieles de la eterna, por entera, vitalidad!!!
Que la vida va trayendo y quitando, a merced de lo que quiera...
Besos
Vivimos la mitad de la vida aprendiendo cómo vivir con alguien más, solo para pasar la otra mitad de la vida aprendiendo a vivir sin ese alguien más... parece un chiste, y quizá lo sea para alguien, pero no siempre tiene sentido.
ResponderEliminarSaludos!
Pd. el primer libro de Borges, fue uno de poemas, se llama "Fervor de Buenos Aires".
mi madre se fue mucho antes de morirse. se fue a pesar de estar presente. eso hace el alzheimer. pero a pesar de la enfermedad ella jamás me olvidó. siempre estuvo consciente de mi existencia.
ResponderEliminarcuando ella murió lo acepté con naturalidad porque sabía que su tiempo entre nosotros estuvo cumplido. que ella no podía dar más de sí en esta vida.
besos.
Ay malque ! La mia aun esta cnmigo y cada que siento el tiempo correr la abrazoy la beso ,es hoy o nunca eso lo se ,un abrazo animoso!
ResponderEliminarHay despedidas y ausencias que siempre nos sangrarán,imposible taponar los lagrimales cuando duelen esas pérdidas.
ResponderEliminarÉrase una vez una Malquerida tan fría que leyéndola todos se sentían al calorcito de chimenea...
Un beso pa ti.
Había una vez una niña que no era esperada, pero se empeñó en llegar, nunca se sintió querida, y aquí no valen eufemismo de "no me quieren como yo quiero que me quieran"
ResponderEliminarSegún todos los expertos del reino, esa niña solitaria, llena de ausencias y vacía de amor sería una adulta triste, psicótica, delincuente y no sé cuantas cosas terribles más...
Pero ocurrió que esa niña aprendió a leer a los cinco años y oh, maravilla, allí en aquellos otros mundos encontró TODO lo que le faltaba.
Hay que decir, sino parecería un milagro, y ella es descreída hasta decir basta, que vino con el humor y el excepticismo de serie, así que eso jugó a su favor y, volando, pero bajito como un gorrión para no perder el suelo de vista, esa niña, ya con cuerpo de adulta, rodillas con artrosis sigue jugando y riéndose hasta de su sombra.
También llora cuando le da la gana, "hasta que de sus ojos brotan siempre vivas", como decía Lorca, su poeta de cabecera.
Y se ríe sobre todo cuando alguien sigue empeñado en que la infancia es el Paraíso, porque ella sabe que los paraisos los ponen y los quitan cada día y están siempre a la vuelta de la esquina.
Un abrazo, Malque, y no busques fantasmas, ellos son caprichosos y se presentan cuando les viene en gana.
Ah, esa niña tiene ahora una nieta de 2 años y medio, que también viene con el sentido del humor de serie, aunque su canción de consuelo, con la que quiere que la arrullen y la mezcan cuando se siente triste, cansada o perdida sea "Ay, de mi llorona, llorona, llevame al río"
Hola Flor de María. No sé que decir. Nos hicieron blandos como la gelatina. Y a pesar del tiempo transcurrido, aun duele su ausencia. Noviembre es el mes en que las depresiones despiertan y la tristeza estrena como cada año por estas fechas zapatos para seguir caminando.
ResponderEliminarAbrazossssssss
Un abrazo, sin palabras. Besicos.
ResponderEliminarMi querida MaLquE, a veces tanta reflexión sobre el sentido de la vida hace que esta se nos escape entre instantes. Creo que la vida es una infinidad.... es una trama que vamos tejiendo entre momentos, lugares, personas, pequeñas y grandes conmociones. La vida vale la pena por la belleza que hay en el mundo, por lo que se aprende, por lo que se recuerda y lo que se olvida. Por los abrazos, las caricias, las buenas palabras, las sonrisas... (y si todo esto suena muy rosa...) hasta por las batallas perdidas.
ResponderEliminarBeso.
Ahora a seguir, MaLquE.
ResponderEliminarNi modo. No queda otra.
Saludos.
Ay Malque, lamento vebir hasta ahora y no haberte acompañado en este dolor, pero en efecto la vida es bella para los que seguimos con la responsabilidad de existirla, es bella por poder oir las carcajadas de quienes amamos, de escuchar los éxitos de a quienes queremos, y adquiere un sentido profundo por poder ser un fuerte apoyo cuando nuestros seres queridos necesitan un hombro para llorar y oidos para escucharles, no olvides nunca que por estos y mil detalles más, la vida es hermosa ^_^ ¡van apapachos!
ResponderEliminarYo llevo varios dias llorando. Creo que llorar es bueno.
ResponderEliminarSupongo wue al final aligera el alma un beso.
Llorar de tristeza, de alegría, todo forma parte de esto que llamamos existir. Las ausencias duelen, van llenándonos de agujeritos que siempre se van a quedar yermos, vacíos. Y nos convierte en lo que yo llamo coladores andantes.
ResponderEliminarNo te voy a decir que la vida es bella porque si tú no la vives, si no la sientes así nada podré hacer yo para convencerte de lo contrario y además es que no quiero hacerlo. ¡Me niego!
La vida eres tú y cada una de las personas que te rodean más allá de estas cuatro paredes y también los que venimos a verte. Yo sólo sé y me conformo con que al leerte me contagies emociones y e infinidad de sensaciones. Gracias Querida (dicho en un susurro suavito, suavito).
Besets!