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jueves, 30 de agosto de 2012

Y si así no lo hicieren que el pueblo os lo demande o algo así





Después de haber sido protagonista ayer -sin querer- de un hecho inimaginable, sigo firme en mi idea de que cuando muera quiero ser incinerada y que mis cenizas sirvan de abono para un árbol que se llamará: Árbol de la MaLquEridA. Árbol de Hongos o Árbol de la Chingada, como sea que se llame pero esa es mi última voluntad.

No quiero que mis hijos se anden peleando por ver quien NO se queda mis preciados restos consistentes en unos cuantos kilos de amor irremediable el que en ocasiones el destinatario se perdió en las entretelas de un ventarrón malhumorado.

No es que alguien se ande peleando pero lo que no quiero es que cuando el tiempo pase, los descendientes en línea directa de muchas, no sepan qué hacer con huesos de antepasados que pronto serán exhumados porque ya somos tantos que hasta ni en el panteón cabemos. Y nadie -o muy pocos- quieren cargar con restos que no dicen nada porque la tierra se tragó su memoria.

La perpetuidad ya no existe ni en los cementerios.

Es mi última voluntad la que si no es cumplida cuando cuelgue los tenis -vulgo morir- vendré a jalarles las patas o aparecerme cuando estén en el baño para que sepan que era en serio eso de hacer mi última voluntad niños.

Dicen que cuando uno regresa a despedirse de sus muertos es porque ya se va a morir. No sé si sea cierto y no me gustaría comprobarlo pero por si las moscas ai les digo lo que quiero que hagan conmigo hijos de suchi...

Por lo demás, mi herencia consistente en todo lo que he acumulado en esta vida que es NADA quiero que se la repartan a partes iguales entre todos aquellos que me amaron y a los que no les recuerdo que me vale madre.

Bueno, da igual lo que no quiero es lo que ya dije. Si de todos modos voy a entregar el equipo quiero que mis restos sean tratados como mencioné y si así no lo hicieren, el pueblo no se los demandará sino YO que vendré a arreglar cuentas. Allá ustedes si quieren que ande como alma en pena, arrastrando cadenas y lanzando al aire ayes lastimeros porque no hicieron lo que se me antojó de última voluntad.

Dicho lo dicho me voy un poquito a la chingada o mejor a dormir que no pude pegar las pestañas por culpa de alguien que hacía mucho tiempo no sabía que existía -mi mente tiende a olvidar muy fácil- y que ayer apareció como alma en pena a decirme algo que me dejó muy enojada en el instante pero después -al meditar- hizo que pensara en hacer este post por aquello del no te entumas.

Abur











martes, 28 de agosto de 2012

Andar sin aretes es como andar sin calzones





Si a alguien he hecho rico en esta puta vida es a los médicos, debían tomarme como un claro ejemplo de los vicios a que la vida me ha sometido como eso de enfermarse. Habría que ponerme en exhibición en las ferias de pueblo para escarmiento a los niños desobedientes.

¡Oigan, miren, vean! Esto les pasará si desobedecen a sus padres, se convertirán en hongos con cara silenciosa y estómago a prueba de penicilina y menjurjes mil.
Supongo que es la cuota a pagar por existir. Ya qué, lo asumo como un mal necesario.

Iba a escribir muchas pendejadas -cosa rara- amanecí con el ánimo por los suelos. Ha de ser por el cansancio. Sometí a mi hermoso cuerpo ayer a trabajos forzados y nada repercute más en mi ánimo que el cansancio.
Pero me dije a mi misma, qué necesidad hay de andar quejándome como muñeca fea por los rincones. Así que pensé en algo agradable.
Recordé que la primera vez que me subí a un avión, pedí sentarme junto a la ventana, ventanilla o como chingados se diga. Pues bien, aí voy con Pache y mi hermana muy contentos a Huatulco o sepa la chingada dónde -ya no me acuerdo- veía las nubes y el paisaje así muy padre. Entonces vi que algo nos perseguía. -¡Ah chinga!-¿Qué es eso que nos persigue?-pensé en mis adentros. Tenía los huevos en la garganta para que mentir.
Distrayéndome un poco para no entrar en pánico y que se dieran cuenta que nunca me había subido a un puto avión pero sin dejar de mirar de reojo ese ¨algo¨ que iba detrás nuestro, seguí la vida.
En un momento dado, armándome de valor voltee para saber que era, cuando -fijándome bien- me di cuenta que era el ala del avión, ¡Toing!
¡Vaya! eso de haber viajado en puros camiones guajoloteros tiene sus bemoles. Con razón nos perseguía, y cómo no si era el ala del avión ¡estúpida!

¿Se nota que ando medio rara?

Otra cosa que me acordé que es buena -para mi no mucho- es que a Barry le ha entrado -otra vez- el gusanito de meterse a buscar cosas en internet, ¡Ay no! otra y mil veces ¡No!
Si quiero ver mi blog, dice -Déjame checar algo- o me pregunta cómo buscar melodías o cosas de esas que sólo a los hombres les gustan.
Teniendo abierta mi cuenta de twitter de pronto ya estaba hablando con su hijo. Lo que decían me dejaba con la boca abierta, ¡Chispas! eso era extremadamente hot. Le dije a Barry que le jalaría las orejas pero él contestó que mejor le jalara otra cosa. ¡Vaya palurdo este!

Entretenido como estaba, no me dejaba contestar comentarios, escuchaba música muy fuerte, además que se puso a leer mi blog. ¡Oh oh! Ya alguna vez leyó un post donde hablaba de los príncipes azules y la chingada. Que soy una enamoradiza de mis amigos bloggeros a los que sin pena les aviento piropos.
La casta Flor en pleno desparpajo.

Después de leer ese post, por mucho tiempo estuvo duro y dale conque si lo quería, que si por qué me había casado con él y todo eso que se les mete en la cabeza a los hombres cuando se ponen celosos. Previendo eso le dije que si quería leer un post de algo específico me dijera y se lo buscaba.
¿Ya dije que Barry es un gran admirador de la MaLquEridA? pues si, me dice muchas veces que me admira y yo me sonrojo ¡Ay cucú!

Mientras él estaba en mi compu, yo estaba en el iPad que me cuesta un huevo y la mitad del otro escribir en él pero bueno, todo sea porque a Barry se le quite la idea de andar merodeando en internet. Sé que se aburrirá pronto -espero- Capaz que descubre las páginas porno y entonces si ya me jodí!

Por cierto, el viaje en globo aerostático por mi tan esperado, se está perdiendo entre las nubes debido a que  a Barry le da miedo. Ya había dicho que si ahora otra vez que no, en fin, espero que al final acepte. Siento que soy  muy méndiga con él, que le pido más de lo que puede dar pero él tiene la culpa porque me acostumbró a cumplir todos mis caprichos. 
Ya no voy a ser mala con él, a veces pienso que merezco arder en leña verde porque soy muy demandante pero qué puedo hacer, soy una reina y las reinas somos eso, reinas. Palurdetas como yo pero reinas.

Y ya me voy con mi música a otro lado, estoy en un grave dilema que no sé resolver y debo hacerlo antes de las nueve de la mañana.

Creo que hago de todo un lío, supongo que eso es la sal que le pone sabor a mi vida barata y vacía como siempre digo.

¿Y a todo esto, qué tiene que ver el título con el post? Nada, es que me agarré la oreja y me di cuenta que no traigo aretes. 

Abur.














domingo, 26 de agosto de 2012

Pata de perro







Esto de desestresarme un poco de mi rutinaria vida me ha traído cosas buenas. El acercamiento con mis hermanos es quizás la mejor.
Otra es haber visitado la tumba de mis padres y decirles adiós para siempre jamás. Ya no hay nada más que hacer allá.
Mi madre está tatuada en mi cara, olvidarla nunca podré.

He andado por muchos lados -mi hermana es la culpable, no se está quieta- cansada estoy de caminar, no estoy acostumbrada pero me distraigo.
He ido al teatro a ver a mi querido Polo que ha crecido mucho en la actuación. Verlo en esa obra me dejó muy satisfecha. Alguna vez pensé que el ser actor era una forma de perder el tiempo. Él me ha enseñado que no es así, es una profesión como cualquiera y lo admiro. Recuerdo lo pequeñito que era y lo mucho que ha crecido y madurado.

Fuímos también a la Feria del Hongo -ni enterada estaba que existía tal feria- fue grato ver tanto hongo por todos lados y de muchas formas.








Mi hermana compró unos hongos que se llaman ¨señoritas¨, los guisó con chile y cebolla, sabían deliciosos aunque me enchilé.
Compré una bolsita y unos aretes de honguito. Íbamos a regresar pero la lluvia persistente nos lo impidió amén de que estábamos muy cansadas.







Regresé hoy a mi casita para ver a La Bellita que ya sabe hablar, -se la pasa diciendo ¨majksdiejehsus¨ ¨msjydheudiosijeudj¨ y también ¨kslidmejdiskdo¨. Según Compi es idioma ostrogodo. Yo digo que Natalia siendo nieta mía y de Barry nos está mentando la madre. Eso si con una sonrisa.
También dice ¨No¨ y a mi me dijo tres veces ¨To Ta¨que no quiero preguntar que querrá decir aunque me lo imagino y eso que mi Bellita no me conoce bien.
La amo tanto a mi hermosa que no pensé que en la vida se pudiera amar a alguien así. Obvio amo a mis hijos y a Barry pero es otro tipo de amor.





Y bueno, pongo un poco de orden en mi casa y de nuevo voy a terminar de desestresarme. He tenido abandonado mi blog y todo eso que lo alimenta pero bueno, entiendo que es parte de la vida.
Eso si, me doy cuenta que el olvido es un estilo de vida que aún no ejerzo.

Esto terminó siendo una parte de mis actividades de la semana. Empecé a escribir sin saber de que iba el post porque otra novedad que encontré es que no puedo escribir en mi blog amado desde el servidor acostumbrado y eso me mata.

Poniendo orden a mi casa, voy un poquito al olvido de mis pobres memorias oxidadas del tiempo del que cada vez me alejo más.















jueves, 23 de agosto de 2012

Buscando sin existir





Los fantasmas no existen
son ecos de nuestra memoria
convertidos en recuerdos
que no dejamos partir.

Sabiendo esto me puse a buscar fantasmas en la casa paterna. Armada con el iPad y la cámara de la novia del Pogh, nos fuimos a los lugares más olvidados, los que no están habitados. No se siente ninguna mala vibra ni se oyen ruidos ni cosas extrañas. 




Las escaleras, el cubo de las mismas, el cuarto dónde asustan, la entrada donde veíamos a ¨Los pelones¨ seres fantasmales que habitaban la casa hace mucho tiempo.
Libros de letras muertas hacinados en sus propios demonios.

Nada de lo que busqué, encontré a pesar de la advertencia de mi hermana: -El que busca encuentra- decía cuando tomaba fotografías. 
-No los molestes porque entonces si saldrán- me dijo reiteradamente.




Así pues después de explorar todos los rincones, no encontré nada. Eso si, empecé a sentir escalofríos al ver las fotos pero fue todo.
Lo que espero es que en la noche no me asusten porque entonces si, patas pa´cuando quiero. ¡A correr! ¡Sálvese quien pueda! y todo eso que se dice cuando tenemos miedo.





Ahora hay que prepararse para mañana, día en que visitaré el panteón para cerrar de una vez por todas eso que no me deja dormir.
 Lo que algunos llaman cerrar ciclos y yo llamo despedida de mis muertos para siempre jamás.










martes, 21 de agosto de 2012

El transcurso de los días en un pueblo olvidado





Día 1

La partida fue intempestiva como suelo hacer las cosas. Si las pienso demasiado no las hago. A las cinco de la mañana mi decisión era no partir. Dejar el pasado muerto, allá lejos donde siempre ha estado, esperándome sin prisa porque sabe que el día de enfrentarlo llegará tarde o temprano.

A las nueve de la mañana preparaba la maleta metiendo cualquier ropa, ni siquiera coordinaba nada, es lo menos importante. Nunca me ha preocupado ser tan femenina, lo verdaderamente en mi es la autenticidad. La apariencia sincera -real- de lo que soy.

Sin dobleces... Yo, así nadamás.

Y aí voy con los temores metidos en la maleta tan difícil de cerrar.

En el transcurso de la tarde me reencontré con las calles que marcaron la primera parte de mi infancia. La primaria, la gente, los comercios viejos.
Señoras envueltas en rebozos. Hombres de sombrero y chamarras chillantes. Niños corriendo con sus cachetes de manzana tan característicos de la región por el intenso frío de casi todo el año.

¨Mi¨ escuela secundariä Núm. 19 la gloriosa Dolores Ángela Castillo, lugar donde aprendí que se puede amar con una mirada.

Recuerdo también que en semana santa íbamos a la ¨cuelga¨ de los judas en la Iglesia de San Pedro Ápostol. la iglesia de ¨abajo¨ porque la de ¨arriba¨ se llama del Contadero.

Uno de mis primeros trabajos en los que aprendí a ensamblar radios fue la fábrica de radios, ahí aprendí lo que son los diodos, transistores, capacitores, marcando mi entrada a la adolescencia. 
La experiencia poco conocida cuidando gallos de pelea, algo que nadie -ni siquiera la familia- sabía de mi. Cuantos picotazos me llevé en los brazos las primeras veces que intenté darles de comer.

¨El cajón¨, así le llamábamos a la bonetería de la avenida Veracruz. Sigue ahí firme y fuerte, con sus muebles de pueblo olvidado.
Telas de  mil colores, botones, vestidos de manta y de percal. Trajes de ¨indito¨, sombreros, suéteres, pantalones de telas corrientes. Ropa comprada en abonos que en la infancia cubrió los cuerpos flacos de mis hermanos y míos.

Pasar por la carnicería de ¨Las Güeras¨, especializadas en vender únicamente carne de cerdo. La forrajería a donde mi madre nos mandaba a comprar maíz para las gallinas o la cema para los cerdos.
Sigue ahí la tienda especializada en juguetes de plástico con su puerta de lámina atorada con un palo viejo y carcomido. Juguetes de niño pobre que recuerdo de mi niñez. 

Toda una etapa.

Al entrar a la casa paterna, el frío de siempre se apoderó de mi cuerpo. El miedo más fuerte -el de los fantasmas- me estaba esperando con un abrazo de bienvenida.










domingo, 19 de agosto de 2012

Llévame un poco de aquí










Voy de vuelta un poco al pasado
a resucitar horas muertas
para que veas lo que el aire trajo de nuevo
y sepas que tan dueña soy de mi vida,
mi cuerpo,
y mi muerte.

Vuelvo un poco al pasado
con las alas rotas
y
sin las manos amarradas.

Esto que ves es lo que hay
y lo que hay
vuela libre como nunca antes
sin torturas de pensamiento,
como me enseñaste
tú,
que tan lejos estás
pero tan dentro que de mi te llevo.





*Imagen de google













sábado, 18 de agosto de 2012

Sobreviviente (Cuento)






Efigenio construyó su nueva casa en lo alto de la protección del patio trasero. Siendo una parte a donde casi nadie dirigía la mirada creyó seguro fijar ahí su residencia. 
Comenzó a tejer y tejer una tela enorme donde pensaba guardar los bichos que cazaba metiéndolos en un ovillo que tejía con extrema rapidez, resguardándolos de otros depredadores. Tenía pensado construir una casa enorme en donde -si el Dios de las Arañas lo permitía- sería el sitio ideal para formar una familia. La familia Puerta Escalera apellidos de los cuales Efigenio estaba muy orgulloso.

-¨En lo alto de la sierra me detuve a descansar
pero sentí que me iba sin moverme de lugar
los ojos se me perdieron en aquella inmensidad
y me olvidé de mi mismo tanto mirar, mirar...¨cantaba rasgando la guitarra en las noches quietas, mientras soñaba con su lugar ideal lleno de flores y estrellas. Con arañitas correteando en torno de él en tanto miraba a su tierno amor con el que soñaba desde hace mucho tiempo.

Una noche Efigenio se hallaba dormido, cansado de tejer y tejer las patas ya no lo sostenían. Los ojos se le cerraban de sueño.Sin pensarlo mucho, se tiró con los brazos debajo de la cabeza y se puso a contemplar a la luna que en ese entonces se asomaba detrás de unas nubes negras. Ésta al verlo quiso jugar con él e invitando a  las nubes comenzaron a hacer diversas formas que Efigenio debía adivinar.
Él no quería pero después de tejer tanto se merecía un rato de relax. Aceptando la invitación de sus amigos se dispuso a adivinar formas.
Adivinó un elefante con cola de caballo. Un dragón que trataba de sacar fuego pero lo único que sacaba eran bolas de humo. Vio la cara de una princesa triste con nariz de bruja, un árbol con patas y la carreta del Dios Araña saliendo de una tormenta.

Así estuvieron un buen rato jugando cuando de pronto a Efigenio le vino el cansancio y sin más se despidió de sus amigos. 
Echándose a dormir comenzó a contar estrellas. Llevaba cerca de tres mil cuando de pronto sintió que los cimientos de su casa empezaron a moverse. Asustado vió que algo había chocado contra su telaraña.
Como pudo se sujetó de la protección y empezó a subir agarrado de un hilo hacía la lámina donde podría esconderse mientras trataba de adivinar lo que ocurría.

Sentía un olor extraño en su nariz que no lo dejaba respirar aunado a un rocío mortal que lo estaba paralizando.
Jalaba el aire pero este se negaba a entrar por su nariz. Al llegar a la lámina, el rocío infame le cayó en los ojos cegándolo, como pudo siguió subiendo pero las fuerzas se le acababan. El olor y el rocío eran cada vez más fuertes haciendo que sus fuerzas menguaran.
Con mucho trabajo se metió debajo de la lámina donde pudo detenerse un poco para tragar aire pero entonces el rocío asesino lo hizo caer a un arbusto donde trató de esconderse.

El aire ya no le llegaba a los pulmones, haciendo un máximo esfuerzo logró arrastrarse a una abertura que había entre las macetas.Extenuado dejó que los brazos de la muerte se apoderaran de él, cerrando los ojos se abandonó al misticismo de lo infinito.

Efigenio había sucumbido al veneno mortal del spray mata insectos que no daña su jardín y a los bichos pone fin.
Al menos eso creyeron quienes atacaron a la araña porque al creer muerto al bicho, no se dieron cuenta que Efigenio se había puesto una máscara antigas de las muchas que tenía escondidas previendo un ataque mortal.
Abriendo un ojo para ver si no había peligro, se quitó la máscara aspirando el oxígeno salvador. Escondido como estaba debajo de una hoja de gerbera y habiendo visto que no había nada que temer, la araña se quitó la máscara comenzando a llenar de aire limpio sus pulmones.

Después de reponer fuerzas, a mitad de la noche Efigenio empezó a construir nuevamente una enorme residencia donde -si el Dios de las Arañas lo permite- llevaría a vivir a la familia que tenía pensado formar con Loli Rosas, la araña patona qque vive arriba del calentador, ahí lejos donde nadie nunca dirige la mirada.



Imagen de dónde más, si de google.







jueves, 16 de agosto de 2012

De finales felices y la historia de Laura








-Quiero ser la protagonista de uno de tus cuentos. Escríbeme un final feliz
Esta frase la encontré escrita en mi muro de facebook.

¿Cómo escribir un final feliz si pienso que los finales felices no existen?

Primero porque para alguien realista como yo es raro que los finales de mis cuentos lo sean.
Después porque quien me lo pidió es alguien muy especial a quien no puedo decir que no. Cumplir su deseo es algo que me puso en jaque.
Laura -quien me hizo la petición- estaba pasando por un muy mal momento cuando me escribió lo antes referido.

Héte aquí que pensé muchas historias, entre ellas la de una abejita reportera que se hizo periodista porque amaba mucho a un equipo de fútbol, al que sigue desde muy niña. Pero sentí muy manoseada la historia y la deseché.

Después pensé en La Gusana Ciega. Esta historia trata de una gusanita que admira mucho a un grupo musical, muere por ellos pero el final feliz no lo encontré a menos que haya sido cuando se tomó una foto con Daniel Gutiérrez el vocalista del grupo de La Gusana Ciega a quien conoce, aunque ella está enamorada de George el guitarrista del grupo. La historia no tiene final feliz tampoco aquí porque ama George no a Daniel con quien se tomó la foto. Si pero no.

Pensé entonces en hablar sobre una fantástica reportera que no se la cree que es muy buena porque trabajando en un mundo casi negado a las mujeres -deportes- tiene que abrirse camino a madrazo limpio porque no hay de otra.
No sé la cree aún cuando en su curriculo ha entrevistado a múltiples personalidades del deporte, ella lo toma como parte de su trabajo y no le da mucha importancia. Yo me volvería loca si entrevistara a Ronaldo o a cualquier otro tipo así.
Tuvo la oportunidad el sábado pasado de hacer su primera transmisión para una estación muy importante de radio pero esa historia no tiene final feliz porque no acaba debido a que es el trabajo que ella ejerce hoy en día. Yo digo que es el principio de algo por lo que siempre ha luchado y que es el ser la mejor en su trabajo. No hay final feliz porque esto aún no termina.

Lo último que se me ocurrió fue la historia de una muchacha de rizos negros y ojos de ensueño que trata de encontrar al amor de su vida.
Sucede que el amor ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Poca gente es afortunada en encontrar a su media naranja. Laura es una de ellas y no entiende por qué.
Es entregada, amorosa, apasionada, divertida pero con todo eso no encuentra el amor ideal. 
Cuando cree estar enamorada y haber encontrado el amor, algo sucede que le rompe el corazón. Laura es una de esas personas que desea tener a alguien a su lado cada mañana pero al paso de los años la idea la va desechando porque los hombres son más reacios en tener un compromiso.
Y así cada vez que un tipo le rompe el corazón, la joven piensa que el amor no se hizo para ella. El final de esta historia aún no se escribe porque Laura sigue en la búsqueda de ese ser que cada vez tarda más en llegar.

Sucede que esta historia tampoco tiene final feliz.

Le digo a Laura que los finales felices no existen porque es un cuento que se inventaron desde el principio de los tiempos, que el final es cuando uno muere y todos debíamos ser felices porque tuvimos la oportunidad de disfrutarlos en vida. 
Desde pequeños nos han enseñado que cuando a alguien le llega la muerte debemos estar tristes y llorar sin consuelo en lugar de despedirlos con alegría, ese sí sería un final feliz. Despedirnos con sonrisas, música y fiesta sería el mayor logro para las personas que transitamos por este mundo. Pero no, aí tenemos que estar llorando como si deveras nos doliera si en vida no los aguantábamos a muchos de los que se van.

No sé cómo hacerle entender a Laura que cada día no hay que buscar un final sino un principio. Cada día amanecer pensando que todo va a ir mejor y que si ayer no llegó el sujeto esperado puede que hoy llegue pero que no lo espere, él llegará cuando tenga que llegar.

Es frustrante para mi hacerle entender que debe tener paciencia aún cuando yo no la tengo. Que si la vida tiene preparada una sorpresa ésta llegará cuando tenga que llegar y que entonces cuando ella esté con la persona deseada no será un final feliz sino el principio de una historia por siempre esperada pero no me entiende.

Los finales felices no existen, son el principio de una historia y esa historia se está escribiendo, aún no termina porque te falta mucho por vivir Laura.
Cuando despiertes al lado de ese ser que tanto esperas no querrás que la historia termine, te darás cuenta que no hay finales felices sino principios gloriosos luego entonces tendrás lo que siempre has buscado: La felicidad.
Puede que tu felicidad sea Natalia, tus hermanos, tus padres pero la felicidad más importante no la has disfrutado, sin darte cuenta  ha estado contigo porque la has tenido todo el tiempo en tus manos y esa felicidad eres tu misma.








*Fotografía de Laura y Daniel de La Gusana Ciega,








martes, 14 de agosto de 2012

¿Quién dijo miedo?







-¿Barry te gustan los globos aerostáticos?

-No

-¿Te dan miedo las alturas?

-Sí, ¿Por qué?

-¿Te subirías a un globo?

-¡Claro que no! ¿Quieres que me de un puto infarto?

-¿Podremos de aniversario subirnos a uno?

-¡No!

-¿Si?

-¡No!

-¿Si?

-¡No!

-¿No?

-¡No y es mi última palabra!

-Gracias, le voy a decir a Kiku que se encargue

-¡Dije que no!

-Por eso, cuando dices No quiere decir que debo poner un poco más de empeño para que digas Si, entonces mientras que Kiku vaya reservando para no perder tiempo.
-Si quieres que sea en la noche para que no te dé miedo.

-¡No y ya!

-Pero Barry, casi nadie cumple una vida juntos como nosotros, eso hay que celebrarlo

-Pues si pero podríamos celebrarlo como la gente normal

-Por eso, yo no soy normal y se acabó. Punto final, no le saque que ahí voy a estar para que no le dé miedo tocar el cielo, chillón.

-¿Y si se cae el globo?

-Pues ya ni modo moriremos juntos, ¡Que romántico!

-Es que ya no puedo brincar acuérdate que me duele el pie

-¿Y quién va a brincar?  Si se cae el globo no vas a poder hacer nada menos brincar

-No me voy a subir y ya no quiero hablar más de eso que nomás de pensar se me suben los huevos a la garganta.

-Entonces me quedaré aburrida en la mecedora como viejita tejiendo chambritas para Natalia y agarrando manias. Si eso quieres, eso haré.

-No empieces a chantajearme porque esta vez mi respuesta final es NO... NO... y ¡No!

-Porfa ¿Si?

-¡No y se acabó!

-Chale








-Barry... ¿Te da miedo el parachute?

-¡Ay no!













domingo, 12 de agosto de 2012

Soliloquio





¿Quién puede estar pensando cosas tan raras un domingo de madrugada? Nadie está despierto a esta hora, o si pero no en mi casa.

Hay momentos en la vida que al estar sola con mi Alter Ego -me gusta escribirlo con mayúsculas, se lee tan nice- obligo a la soledad a quedarse callada. Tengo tanto que aprender de ella. Pienso... pienso... pienso. Se me ocurren tantas cosas como por ejemplo, ¿Si la vida fuera de colores, de qué color sería la mía? Ni idea, la vida es como los arcoiris, llena de matices instantáneos con colores rimbombantes. Puede que al amanecer mi vida esté llena de amarillo y luego se convierte en naranja para depués pasar al rosita bobo y terminar con el negro nocturno. Si, así creo que es mi vida.

Iba a hacer una lista de cosas que a nadie le importa saber de mi pero lo creí inútil. A nadie puede importarle si caliento mucho mi café y después lo dejo enfríar porque me gusta beberlo frío. Tampoco creo que importe que descubrí un método para no oír a mi conciencia. O que cuento los escalones cuando subo y cuando bajo. No es importante para nadie saber que mi peinado afro era una rebeldía a mis raíces pueblerinas. Quizás a nadie le importe lo difícil que es para mi sonreír.

En ocasiones me cuento historias para dormir.

El otro día me conté una sobre la forma que El Guardián de Almas tiene para que Lucyfer -así lo escribo- no se lleve ningún alma al infierno. Estaba tan buena que la escribí en twitter. Esa historia está mezclada con recuerdos de mi niñez y trozos del adulto que soy. Un día me la voy a contar aquí con lujo de detalles, eso si no asusta ni al diablo.

Tengo historias de patines que nadie creería o ratas mordiendo mi pantorrilla. Crónicas de cenzontles tristes y de nubes con forma de tu cara. Relatos que al no escribirlos mueren cada día en forma de bostezo.

Tengo tanto que contar pero me cuesta trabajo plasmar las historias en el papel. ¿El fondo blanco de la computadora es un papel? Si no lo es tiene un gran parecido.

El otro día estaba pensando que la computadora se ha convertido en mi mejor amiga. Sabe todo de mi. Sin ella la vida me sería muy aburrida. 
Cuando me conté la historia de Lucyfer, pasé mucho tiempo en twitter que hasta me sorprendí. Pero bueno por lo menos hay alguien que me lee cuando ya no sé que hacer. Ahí siempre hay alguien presto a escuchar o a que lo escuchen. Cuando alguien con quien hablaba se iba, llegaba otro y después otro, así hasta que me tocó a mi irme porque ya tenía sueño.
Si la computadora no existiera me habría vuelto loca desde hace mucho tiempo. Ya estoy lo sé pero un poco más. ¿Alguien puede volverse loco nomás poquito? Yo si.
A mi me dan miedo los manicomios, temo que me encierren en uno. -¡No me dejen aquí!- Gritaría al tiempo que me aferrarría al suéter de mi hermano.

-¡Hey, esa historia es real!- si me pasó. Nadamás que no me encerraron en un manicomio. Ahora que lo pienso puede ser que en ese lugar hayan empezado mis inicios con la locura. Hacía tantas cosas ahí. Acariciaba imágenes de santos, guardaba cosas tan extrañas -para mi- como una llave de vw que no sé cómo llegó a mis manos. En los vagos recuerdos que de vez en cuando acuden a mi cabezota, parece que esa llave me la dio mi hermano y la guardé como recuerdo por si se me olvidaba que tenía familia. En esa casa me convertí en un ser callado y taciturno al que ya no le importó que nadie lo escuchara. ¿Para qué si mis gritos eran acallados con un: Las niñas bien educadas no hablan a gritos, pero esa era la única forma de hacer oír mi voz.

Me, mi, me, conmigo. -¿Algún día dejaré de hablar de mi?- No creo, de eso trata mi blog, del Me, mi, me, conmigo en donde soy la reina de un blog caduco y falto de seriedad.

Tiendo mucho a hacerme la víctima lo cual no me importa. Hace mucho que muchas cosas dejaron de importarme.

Cuando me iba a la escuela en mis épocas tempranas me ponía zapatos que me regalaban -nuevos- pero los usaba cuando nadie me veía. Fueron mis inicios con la riqueza. Toqueteos excelsos con algo que nunca tendría. Al fin que ser rico no es lo mio. Los ricos me caen gordos, tengo muy malos recuerdos de ellos. Pero bueno no debo generalizar, conozco ricos muy buena onda. Eso sí son virtuales, los reales no se juntan conmigo.
Ellos dicen que el dinero no es lo más importante, ¡Achis! Quiero ver que tengan que sufrir por no tener dinero para dar de comer a sus hijos o ni siquiera para nada. Mñeh cada quien que haga y diga con su vida un papalote y lo eche a volar que yo he aprendido a subsistir con mis propios recuerdos y con dinero que nunca gano.

Luego pienso que los seres virtuales estamos tan solos que sin nuestras manos el mundo sería infame. Hablando de manos, un día, cuando tenga manos expertas me volveré onanista. Deberían hacerla profesión: Licenciado en Onanismo. Me graduaría con honores, después buscaría una maestría y doctorados y todo eso que uno hace para acumular experiencia que al final viene siendo un logro más en un papel que a la mayoría de la gente no entiende. Siendo onanistas declarados, habría mucha gente desestresada y feliz, mínimo estarían sonrientes a la hora de salir a sus labores digo yo. Pero está tan estigmatizado todo que nadie acepta que ser onanista es un gran placer. Dicen -a mi no me lo crean- cargo sobre mis hombros la vieja escuela de la negación como principio.

Esa es otra cosa que pienso en los días sin horas.

Imagino si a alguien podría importarle la historia de Maricruz, si ni yo misma la entiendo cuando me la cuento. O la de Juanita que andaba por las mismas que yo. Dos chicas solitarias en camino diario a la escuela sin decirse nada. Dos casi niñas agarradas de la mano para enfrentarse a un mundo al que no pertenecían. Juanita de pantalón de mezclilla, blusa a cuadros y pelo tan cortito como ella. Yo.. yo era una niña asustada queriendo estudiar para ser feliz, ahora sé que para serlo no se estudia.
Y aí ibamos de lunes a viernes con nuestros siete pesos en la bolsa del pantalón y los miedos envueltos en la mirada. Con mis rizos negros enfrentándome a una vida rara porque ahora que lo pienso bien, mi vida es rara.
Nadie que se precie de ser cuerdo relata los pormenores de una extraña vida a una computadora que responde en momentos ajenos al tiempo y que cada día le restriega en la cara que hay vida afuera cuando es la virtualidad lo que me ayuda a mantenerme viva en un mundo de locura real.














*Imagen prestada de google por mi o algo así, bye.




viernes, 10 de agosto de 2012

Algo así como un dedito pero es un pene chihuahueño





-¡Hey usted!- Sí, usted que me está leyendo, déjeme -permítame darle un consejo- y si no, igual se lo doy: Si tiene un par de chihuahuas a los que quiere como parte de su familia, déjeme decirle que tenga cuidado, sé por qué se lo digo, mire usted.

En noches de tormenta Benito Tiki -el gruñón de los chihuahuas- le tiene miedo a los rayos, truenos y relámpagos que las tormentas suelen traer consigo. Pues bien, lo que hace este perrito es subirse sin hacer ruido a la recámara, con ladridos quedito -para no molestar digo yo- le despierta para que le dé protección en su pecho. Pero ¡OJO!, ya le dije que Tiki es gruñón y muy enojón.
Pide que lo proteja pero no se pase de mimos, que él es viejo pero tiene su dignidad. Nada de decirle ¡Pobrecito mi perrito! ¡Mi Tikito tan pequeño! ni nada de eso que lastime su orgullo canino porque mire usted, se ha mimetizado tanto este can que cuando gruñe parece que dice ¡Grrr grau grsu grsrr puto! y en afán por ponerse a salvo del único diente que tiene, usted exclamará, ¡Oh pinche perro puto ´tonces qué chingados quieres? Por eso le digo que Benito se ha mimetizado tanto que ya se parece a su dueño.
Usted no me lo crea pero así es y si digo mentiras que le caiga un rayo. A usted, no a mi Tiki. O mejor que no le caiga nada no vaya a ser el diablo y me echen la culpa de volverse chicharrón.

Mire, puede pasar que su otro chihuahua -Babo Alejandro- tenga frío. Sin que usted se de cuenta ya que está perdido en el quinto sueño, se suba a su cama, se acurruque junto a usted metiendo la trompa entre su cara y su cuello y con un largo suspiro se quede dormido en menos que le cuento y usted lo abrace como si fuera un amante enamorado.

Pero ¡OJO! también con Babo Alejandro le puede ocurrir algo. Mire, le explico. Usted adormilado como se encuentra le empieza a acariciar la cabecita -sin albur- las orejitas, el lomito y todo eso que es acariciable en un chihuahua, algo así como el cuello.
Mire usted -ya le digo que tenga cuidado- porque si cree que le está acariciando el pellejo que le cuelga del cuello, fíjese bien porque puede ser que lo que usted acaricia no es eso que entre sueños piensa sino que dormido ha caído en el pene de Babo Alejandro que sin ninguna desfachatez ha abierto las cuatro patas para que usted termine el trabajo que empezó. Al sentir entre sus manos algo como un dedito y un poco duro, usted abrirá los ojos del tamaño de un plato -que no sé como se llaman pero es de esos grandotes- prenderá la lámpara de honguito que tiene en su buró y se dará cuenta que no era el pellejo lo que le sobababa a Babito. Entonces ante su gran sorpresa soltará un grito que se oirá hasta Berlín,  soltará el pene del can -que era lo que en realidad sobaba- y le dará un ataque de risa.

-El que hambre tiene, en pan piensa- le dirá el tipo llamado Barry que se encuentra a su lado, mientras usted con una agilidad que no sabía que tenía, corre al baño a lavar esas manitas que dios le dio.
-¡Aquí tengo uno que te gustará- dirá el sujeto al tiempo que acaricia su... chihuahua no sea mal pensado.
-¡Eres un gáznapiro de poca monta!- refunfuñará usted al tiempo que hace un mohín gracioso.

Así pues, tómese estos ejemplos para que si en algún futuro cercano llegase usted a tener chihuahuas, ya sabe lo que le espera.
Le doy estos consejos como buena tipa que soy y no ande acariciando a chihuahuas cogelones so pena que lo que sobe sea un pene chihuahueño.











jueves, 9 de agosto de 2012

La edad de la punzada II







-Emmm Barry... ¿No te parece que te acercaste mucho a la muchacha que te surtió gasolina?
-No Chikis, es para que me oyera bien
-Emmm... ah.

-¿Oye Barry y por qué te arreglas tanto si vas a trabajar?
-Por eso, porque voy a trabajar y debo dar una buena impresión a los clientes
-Mmm... ah.

-Barry... este... porque viste con ojos de borrego a medio morir a la mesera?
-Tu estás enferma Chikis, soy amable nada más.
-Mmm... ah.

-Barry- ¿En los bares que vas hay mujeres que bailan con deconocidos de esas que cobran?
-No, yo no voy a esos bares, a donde voy nadamás estoy con mi amigo platicando.
-Mmm... ah.

-Barry... ¿Por qué llegas tan tarde?
-Porque estoy trabajando
-¿A la una de la mañana?
-Es que llueve y hay mucho tráfico y todo eso que sufrimos los que andamos en la calle
-Mmm... ah.

-Barry... ¿No te parece que andas medio raro?
-No para nada
-Emmm... ¿No andas con nadie verdad?
-¡Cof cof cof! Jejeje No Chikis, tú eres la única en mi corazón

-¿No andarás queriendo sentirte joven y andar de picaflor como antes?
-No, eso ya pasó
-Mmm... Ojalá sea cierto porque no hay nada más peligroso que una MaLquEridA celosa, ¡Y YA ME ESTOY ENOJANDO!














miércoles, 8 de agosto de 2012

Diez cosas insulsas y bobitas de un día soberanamente X





 

10.- El chochólogo no termina de darme de alta, un bajón de ánimo y a seguir con el tratamiento. 3.- Si la vida me debía algo, me lo está pagando con muy buenos intereses. 8.- Necesito acabar con ese ejército de moscos que todas las noches atacan a bayoneta calada mi pobre cuerpo lleno de ronchas mil. 9.- Soy feliz así como soy por lo menos ahora. 5.- México le ganó a Japón en fútbol y aunque no vi el partido, sí lo escuchaba y escribía en twitter lo que se me ocurría. Gané dos seguidores pero en la tarde se fue uno y como siempre me pasa ahí, nunca sé quien se va. 6.- Sigo sin poder dormir. El neurólogo dijo que era porque tomaba mal el tratamiento. Ya tomo las pastillas como debo pero sigo sin dormir. 2.- Hoy es miércoles, día dedicado a echar la hueva y a hacer cosas no planeadas. 7.- Debo dar espacio a Barry debido a todo lo que está pasando, pero no sé hasta dónde debo aguantar. 4.- El médico no me prohibió tomar café sí que... 9.- Debido al estado de extásis en que me encuentro las ideas escapan por mi boca en medio de risas y palabras obscenas. 1.- Medito sobre lo que pasó ayer o ¿fue antier? y sigo pensando que Barry me da miedo. Plus.- Si sigo tomando pastillas, chochos y demás el reloj que me avisa la hora de tomar medicina se volverá loco o ya está. Ayer no sonó para nada, tuve que tomar las pastillas cuando me acordaba, se me pasaron tres dosis. 3A.- Anoche llovió, eso puede parecer intrascendente pero para mi que llueva en la noche me recuerda una infancia lejana cuando los brazos de la lluvia me arrullaban. Fin.- Me voy a rumiar un sueño que se me quiere olvidar. 6A.- Hay posts que no debieran escribirse y este es uno de ellos. 9A.- Mñeh!










sábado, 4 de agosto de 2012

Sobre sueños, quimeras y pérdidas de estilo






Dicen que si alguien te sueña es porque algo traes con esa persona. O el dejo de su presencia es tan fuerte que se mete en el subconsciente de la otra y camina en sus sueños.

Ayer dos personas me dijeron que soñaron conmigo. Eso me halaga, estar en los sueños de otro es una forma de permanecer. 

PERMANECER, estoy teniendo un severo problema con eso, tanto que puede convertirse en obsesión.

Héte aquí que una de esas personas me soñó en una fiesta, oyendo música y estando muy a gusto. Pulgares arriba DannyQ. Cabe aquí decir que él y yo nunca nos hemos visto.

Por lo menos en la fiesta de Danny me divertía, cosa rara porque soy de esos extraños seres que detestan las fiestas, sintiéndome perdida entre las multitudes y ruidos de música escandalosa. Además de gente que lo único que tiene en común conmigo es nada.
Soy un ser antisocial, un hongo de esos raros que se encuentran pegaditos a las piedras. Solitario en su propio destierro.

Otra persona que me soñó y por lo que me dijo, me ha estado soñando frecuentemente es mi hermana. Me sueña rodeada de ropa sucia, de mucho quehacer atrasado, entre aguas sucias y alcantarillas. En una casa desconocida,

Los sueños, sueños son dicen los más.
Los sueños algo tienen de verdad dicen los menos.

Pues bien, el sueño de mi hermana tiene un poco de verdad.

Tenía mucha ropa sucia porque alguien que no quiero decir su nombre -que se llama Barry- no me arreglaba la lavadora. Digo, tres semanas sin ella es la muerte y si no me creen allá ustedes. 
De pequeña, mi madre me enseñó a lavar a mano, pero después de usar la lavadora por primera vez, lavar a mano ya nunca fue lo mismo. Me pego en los codos, no exprimo bien la ropa además que queda muy arrugada y todo eso que saben las mujeres que tienen la desdicha de que su lavadora se descomponga.

Soñó también mi hermana que tengo muchos quehaceres atrasados.

Si, la señora del aseo no ha venido y en vista de que el polvo no tiene vergüenza y se acumula por toneladas, he tenido que limpiar poco a poco, tampoco es que tenga mucha prisa. Después de todo la única que se da cuenta del polvo soy yo y en vista de que me estoy volviendo cegatona pues cada vez lo veo menos.

Lo que me preocupa sobre el sueño de mi hermana es lo referente a las aguas sucias, las alcantarillas y la casa desconocida.
Esto por lo general se asocia con cosas feas.

Me preguntó si tengo algo contra ella o qué pasaba.

-¿Yo?-contesté- No tengo nada contra ti.

Pero mentí -poquito nomás- hay un asunto pendiente que debo tratar pero del cual no me gusta hablar por miedo a perder el estilo. Tengo la mala costumbre de cohibirme ante mis hermanas y eso, queridos amigos no es grato para mi.

Así pues debo resolver ese asunto en tanto pueda, no quiero que siga pasando el tiempo y esas aguas se enturbien más.

Los sueños, sueños son.

Los míos siempre terminan por ser reales y este se volvió real desde el momento mismo en que naci. Debiera existir un sueño dónde las respuestas a otros sueños sean dadas pero eso no sería un sueño sería una quimera y la quimera no existe.





+Imagen tomada de google-










viernes, 3 de agosto de 2012

El viaje de Luna





 
Los Hados dijeron a Luna cuando nació que tendría poco tiempo para conocer a sus padres. Habría que dejar en el mayor número posible de gente su huella en el paso por la vida, luchando además contra todo obstáculo que se le presentara amén de guardar todo lo que le ocurriera bueno o malo.

Los Hados del Tiempo pusieron en el tierno corazón de Luna una máquina plateada que dejaría de funcionar a la hora programada, pero el Hada Gorda de las Horas, puso sin que nadie se diera cuenta, unos días más para que grabara todo en su memoria. Cerquita del corazón le puso un tarro transparente con listón rosa.
Nada ni nadie podría cambiar el destino así que Luna llegó sonríente a la casa que sus padres tenían destinada para ella. La habitación decorada con motivos infantiles era muy cálida. Luna se adaptó rápido al ambiente amoroso de su rededor.
Siendo seres de luz irradiaban serenidad y limpieza de corazón. Personas con las cuales la niña no podría haber estado mejor por eso los Hados dejaron que Luna llegara a con ellos.

En tanto en el equinoccio de la vida infantil Los Hados dotaban con una bolsa de hilos dorados a la pequeña en la que tendría que guardar lo más que pudiera de recuerdos, lo que hizo desde el primer instante.

Lo primero que vió al llegar a este mundo fueron las lágrimas de su padre quien la recibió en sus brazos ya que Luna nació en su casa, en la misma donde fue planeada. En parto normal vino al mundo aromatizado con esencias de mandarina y canela, ro ros de su padre y el llanto feliz y cansado de su mamá.

La niña recogía las primeras caricias mientras la madre con tanta ternura la tomaba entre sus brazos diciéndole cositas de amor. El padre sacaba fotografías de lo que ocurría.

Luna iba guardando cada cosa, cada gesto sin olvidar nada. No se olvidó de guardar las risas en el tarrito transparente que el Hada Gorda le dio para que cuando Luna se sintiera triste bebiera un sorbo y volviera a sonreír.
Tocó la barba de su padre, aspiró el aliento materno, guardándolos de inmediato por miedo a que se disiparan en el transcurso de las horas.

Atesoró el primer contacto con el tibio pecho de su madre amamantándola bajo la mirada de su papá. La cuna, el cuarto amueblado, decorado con los exquisitos dibujos de esas almas sensibles como son ellos. Pájaros en solitario, lirios, peluches, ropa. Cada juguete lleva el nombre de Luna escrito en la memoria de los tiempos que ayer dejaron de ser.

Todo guardaba la niña sin olvidar ningún detalle mientras el tiempo transcurría sin prisa.

Los días en la casa fueron extraodinarios y felices. Los recuerdos se acumulaban en la bolsa de hilos dorados que tenía una capacidad sorprendente, cuando ella pensaba que ya no cabría un recuerdo más, siempre encontraba un recoveco donde cupiera otra sonrisa.

El primer aviso de que el tiempo se agotaba llegó un día en que felices los tres, se dieron cuenta que algo pasaba con la niña. Asustados corrieron al hospital donde un ejército de luciérnagas vestidos de enfermeras y doctores la revisaban.

-Hay que sanar el corazón- les dijeron.

La operación a que fue sometida Luna fue dolorosa, resistiendo como toda una guerrera. El ejemplo de valentía de la pequeña comenzaba a salir a flote. En una vigilia adormecida Luna seguía guardando los recuerdos en la bolsita de hilos dorados. Escuchaba el llanto quedito de su madre guardándolo al instante. La congoja de su padre quien no tenía idea de qué pasaba si todo estaba tan bien. Los rezos de los abuelos. Las plegarias de los amigos quienes como colibríes revoloteaban frente a la ventana para saber las buenas nuevas. Loas interminables a los dioses quienes ocupados en otras cosas no oían las plegarias de los ruiseñores.

Pasaron días angustiosos en que cada uno seguía el juego que el destino les había escrito sin poder cambiarlo, no había manera. Todo estaba escrito en el libro de Los Hados del tiempo y este cada vez tenía menos páginas por vivir.

Así es que viendo Luna que el tiempo se agotaba y no podían hacer nada, espero el momento en que su madre se acercó, abrió las pequeñas manos, haciendo un esfuerzo muy grande, atrapó en una el aroma que exhalaba el pelo rubio de ese ser maravilloso que la trajo al mundo. Cerrando el puño lo guardó para el viaje que pronto emprendería.
Espero con impaciencia escuchar la voz de su padre para guardarla en la otra mano y con los puños cerrados como queriendo golpear al destino Luna emprendió el viaje al no retorno.
Tomó el bolso de hilos de oro, vio por última vez el rostro lloroso de sus padres, sonríendo empezó a subir la escalera que la llevaría al cielo. No podía decirles que ella estaría bien, que sus recuerdos los llevaba guardados, que nunca los olvidaría. Luna tenía una débil voz que nadie entendía pero si se acercaban sabrían que eran sonrisas de despedida. Besos que arrojaba al aire los cuales volaban como quien sopla un Diente de León.
Con los puños cerrados y la bolsita colgada al hombro, Luna se fue al mundo paralelo en el que habita desde el día de ayer. Los destellos de la bolsa de oro refulgen en la oscuridad del cielo alumbrando el camino hacía la eternidad donde la esperaban otros seres de luz.

Dos semanas fueron tiempo suficiente para dejar una gran enseñanza en todos los que de alguna manera conocimos a Luna. La vida se vive cada día luchando por ser feliz haciendo felices a los demás y en el momento preciso sonreír aún cuando la vida sea injusta.

Hablar de la muerte en este blog es cotidiano, es una forma de no temerle, es como una forma de hacerse amiga de ella, pero cuando llegan noticias como esta, la muerte ya no es amigable aunque es inevitable.




Hasta pronto Luna.







*Un día antes escribí un cuento para Lunita el que envié a sus padres deseando la recuperación de la niña. Ayer mismo recibimos la noticia de su muerte. Sin palabras, sin saber qué decir, le hago un homenaje a esta pequeña valiente que desde ayer le hace compañía a la Luna.














jueves, 2 de agosto de 2012

¡Push me!






 
Dicen los hombres que no entienden a las mujeres. Yo digo que no entiendo a los hombres en específico a Barry.
Si el coche se descompone llamo al mecánico digo yo pero él no.
Cuando el puto carro no enciende y no se oye que no da marcha ni la chingada quiere decir a mi pobre entender que es algo eléctrico, porque no se oye ni un ruido cuando pende el coche.

Pero no...

-¡Empújame!- dice sin chistar

-Emmm, tengo los pelos parados, ando en chanclas y no puedo correr- respondo 
-¿Y qué? no vas a un concurso

Yo, una pobre reina tan chiquita que no puede correr porque... porque... porque no, y debo empujar aguantando que los putos vecinos me vean sin que nadie me ayude. He de decir que con los pelos peinados para ningún lado y pijama matapasiones no soy algo así como cosa agradable de ver en las mañanas y menos empujando un coche.

Así que aí vamos hasta Juan de la Chingada, alejándonos de donde está el taller del eléctrico pero a esa hora de la locura, Barry no oye razones.

-Barry-digo yo- ¿No es más fácil que le hables al eléctrico? -digo con voz chipilona y en un susurro para que no se enoje.
Ustedes no están para saberlo y yo si para contarlo pero cuando Barry se enoja es peor que el Diablo. Al Diablo no le tengo miedo pero a Barry si pero no vayan de chismosos y le digan porque sino me va a tener agarrada de los huevos.

Barry no me hace caso, abre el cofre del coche y comienza a revisar.

Mueve la manguera -la del coche no la de él- nada. Toca la batería -nada-. El anticongelante tampoco y así va recitando mientras con un dedo toca cada parte del coche que yo ni puta idea tengo de cómo se llaman, él tampoco.

Pienso que quisiera que sucediera un milagro y que la falla saltara y dijera -¡Hey pinche Barry yo soy la falla!- pero eso no sucede.
Cuando se cansa de revisar todo le pregunto con voz cautelosa: -¿Qué tiene?- Él con voz de trueno responde -Si supiera ya lo habría arreglado- ¡Toing!

Entonces todo nuestro tiempo lo perdimos porque él no tiene idea de nada. Si a mi me hubiera sucedido llamo al eléctrico y ya. Pero como fue Barry, él agota todo lo que se deba agotar antes de llamar a nadie.

Después de estar parados un buen rato bajo el rayo del sol y al momento que baja la tapa del cofre, dice pensativo -Voy por el eléctrico.

¡TOING! ¡TOING! ¡RE-TOING!

O sea si desde el principio sabíamos que era el eléctrico ¡¡¡POR QUÉ NO FUE POR ÉL, DIOS DE TODOS LOS MECÁNICOS!!! 

Me dan ganas de apretarle la nariz y los huevos al mismo tiempo hasta que me canse, mi ser se llene de misericordia y después de darle una patada lo deje tirado en el suelo.
Pero como soy un ser benevolente no le hago nada porque la prudencia y la vida me han enseñado que por mucho que quiera hacer algo siempre voy a perder por el hecho de ser mujer.

Así que...

No entiendo a los hombres y a Barry menos. 

En ocasiones le pido que haga cosas que necesito y no las hace pero si se las pide otra -las cosas- ni tardo ni perezoso lo hace.
Cuando sale con su amiguete le digo que me mande un mensaje para saber donde está pero nunca lo hace.
¿Entonces por qué chingados SI le manda un mensaje diciéndole a su amigo que ya llegó a su casa? ¡Lo mato! ¡Lo mato!

Por eso y muchas cosas más no entiendo a los hombres y a Barry menos, por eso me dan ganas de apretarle los huevos pero si se los aprieto se excita y me sale contraproducente.

Y luego dicen que a las mujeres nadie nos entiende si somos los seres más lindos y buenos sobre la tierra. Todo estriba en saber entendernos pero los hombres no tienen esa capacidad.












miércoles, 1 de agosto de 2012

En dosis exactas mamita.







¿Qué es más, 0.250mg o 0.50mg?

¿Con una pastilla de 0.250mg con cuantas igualo una de 0.50mg o es al revés?

Estas dudas pueden resolverse fácil según yo pero ya vi que no porque si así fuera por qué el neurólogo dijo que no estoy tomando la dosis adecuada?
Deberían existir pastillas cortadas en dosis exactas. Ah si ya me acordé que si hay.
Por eso digo que en cuestión de fracciones soy una papa, mejor me tomo completa la pastilla ... o no. ¿O si?

¡Ay no sé cuanto debo tomar! Debería existir un experto fraccionador de tabletas en fracciones de miligramos que me diga si 0.250 es más o menos que 0.50mg.
Si le pongo un cero a 0.50 se convertiría en 0.500 entonces sería el doble pero no se pueden agregar ceros a la derecha nomás porque sí.
Así sabría que dosis tomar pero así no es. Con razón reprobé matemáticas y en fracciones me daban de calificación la décima parte de un diez.

En tanto resuelvo esto me voy a buscar la respuesta muy dentro de mi, no crean que me voy a dormir, voy a buscar en mi interior.
Cuando termine de meditar voy a descansar de las seis-siete horas de extenuante viaje que me chuté ayer solamente para ir a ver al neurólogo.
El caos citadino, el calor y la gente me dejaron tan cansada que la noche no me supo a noche. ¿En serio vivimos tanta gente en el DF? ¡Madre mía, pues dónde cabemos tantos!

Y ya descansada voy a leer los chorrocientos mil sepacuantos blogs que tengo atrasados y que no he leído por exceso de sueño no crean que es por flojera más bien es exceso de ganas de no hacer nada y de problemas de no saber dividir o restar o sepa su madre qué.


Chau.












Musa con cuernos

PARA LA MALQUERIDA

La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Es beso de agua y luz de ciegos en el desierto diario. La leo y me leo. La leo y la siento. La leo y la quiero. Vamos de la mano desconocidos y alejados por los caminos rotos y astillados de la vida cansada y del tiempo huraño. Refunfuñamos por todo y hasta en el infierno tienen miedo de que un día aciago lleguen nuestros pasos. Chocamos con mil horas arañamos las rutinas odiamos la compasión nos dan risa los ángeles y mucha pena los diablos. Nos cansa todo y más que nada el resto de los humanos. A veces herviríamos a los que nos rodean y otras daríamos la vida por hacer reír a un chavo. La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Toro Salvaje

Los Inmortales

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Ángeles de la fe

Yo traigo la verdad en mi palabra Vengo a decirte de un niño sin abrigo. Vengo a decir que hay inviernos que nos muerden, de la falta de un amigo. Vengo a contarte que hay luces que nos hieren, que existen noches sin whiskys ni placeres. Vengo a decirte que está cerca tu condena. Hoy una madre murió de pena. Déjame cantar, tengo vergüenza de ser humano como tú, en tu presencia. Descubrirme a mí mismo y en tu figura qué poca cosa somos sin ternura.